Mostrando entradas con la etiqueta hijos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hijos. Mostrar todas las entradas

sábado, 23 de julio de 2011

SUNDAY MORNING


Durante el invierno, algunos domingos por la mañana me escapo al monte con la bici. Pero otros no. En estos me aplico el ipod y me doy un paseo por el barrio y de vuelta me traigo el periodico y el pan. En varias ocasiones mi ipod me ha soltado, en canciones aleatorias, el sunday morning de la velvet underground. ¿casualidad o algorritmo secreto de apple? me preguntaba. Realmente los domingos por la mañana que contaba Lou Reed no tienen mucho que ver con ir a por el pan, sino con la resaca y el vacio del dia siguiente al fiestón.
Este domingo pasado, en el hospital con mi hijo de un año,y en la segunda noche de imaginaria en la butaca, mi cuerpo dolorido y agotado no me dejaba dormir. A las 6 empezó a amanecer y supe que no lo intentaba mas. Ya dormiré otro día. Saqué mi ipod del bolso y me conecté. Sorprendentemente ¿o no? una de las primeras canciones que me salió fue el sunday morning, como no. Esta vez , pensé, si que es adecuada. Estoy agotado, tenso desde hace horas, con los ojos irritados, tras una noche de emociones cambiantes. Hoy si estoy listo para esta canción, Lou Reed.




Sunday morning, praise the dawning
It's just a restless feeling by my side
Early dawning, Sunday morning
It's just the wasted years so close behind
Watch out, the world's behind you
There's always someone around you who will call It's nothing at all
Sunday morning and I'm falling
I've got a feeling I don't want to know
Early dawning, Sunday morning
It's all the streets you crossed, not so long ago
Watch out, the world's behind you
There's always someone around you who will call It's nothing at all
Watch out, the world's behind you
There's always someone around you who will call It's nothing at all
Sunday morning
Sunday morning
Sunday morning

martes, 7 de septiembre de 2010

la reunión


Esta mañana hemos llevado a Cristina a conocer su colegio y presentarnos a la maestra que la acompañará en los próximos tres años. Me he salido del final de una reunión y me he subido a recoger a Marta y los niños a casa. Cristina ha tenido fiebre esta noche y dolor de garganta, se la ve apagada, cansada. Al llegar al cole, recorremos los pasillos viendo los murales mientras esperamos que salga la visita anterior. Le gusta. Hay huellas pegadas en el suelo y cada aula tiene su arenero y su casita de juguete. Atenta, descubre una carretilla.
Cuando entramos, Asunción nos enseña el aula; los juguetes, el patio con arenero, la casita, la pizarra. A mi siempre me llaman la atención esos pequeños lavabos de juguete. Pronto los estaré usando.
Mientras nos cuentan como va a a ser el arranque y el funcionamiento del centro, Alfonso gime un poco. Le toca comer pero sabrá esperar. Antes de lo que pensamos estaremos también con él empezando el cole, pero como les pasa en todo a los segundos hijos, será distinto. No peor, distinto. Marta y yo nos sabremos de que va, imposible tener la misma ilusión.
Cristina está sentada en la mesita, mirando atenta a Asunción mientras ésta nos pregunta por sus hábitos y costumbres. Está demasiado concentrada, seria, cuando le viene una arcada. Según la cojo en brazos ya sé que no voy a llegar a tiempo. Vomita en mi brazo casi llegando a uno de esos pequeños retretes que veíamos antes. Al acabar, se queda muy aliviada y pronto vuelve a juguetear por el aula. Mientras me limpio en el pequeño lavabo, sonrió pensando en que mi niña me ha dado la posibilidad, extremadamente remota, de utilizar esos lavabos tan chulos. Mientras acabamos la charla, Cristina está fuera jugando con la carretilla. Recogemos la rebeca de su percha, ya con su foto puesta, y nos disponemos a ir a casa. Al salir, me cruzo con José Antonio, secretario del centro y mi maestro en 4º y 5º de EGB, yo tendría 9 y 10 años, hace ya casi 30. Le saludo, me abraza, le presento a mi familia, hablamos un poco, ya nos veremos, me dice, casi cada día ahora. Les llevo a casa y me vuelvo al trabajo. Conduciendo, voy aturdido. Son muchas sensaciones, dormí poco, la peque mala, el cole, escaparme de la reunión, mi más querido maestro, el lavabo. Mucho para un día normal. Un día para recordar, otro más. Lo que no consigo recordar es de que iba la reunión.